la mujer que no soy
se me parece tanto
en su soledad enfadada
caminando por un parque
de soles que no abrigan
en la belleza frágil
empañada en el espejo
por el aliento denso
de la muerte en vida
en su encanto fugitivo
en la sonrisa deslucida
en la actualidad
de la niñez perdida
en los amores
en las verdades
incomprendidas
y en la distancia
–insostenible-
hacia la locura
se me parece tanto
la mujer que no soy
cuando sus sueños
junto a los míos nacen
y se abandonan
al sucesivo paso de los días